17 ene 2011

Jackals: Asesinos, mafias y sangre

Proveniente de un tándem internacional, tenemos la obra de Kim Hyung-Jin (coreano) en el papel de dibujante y a Shinya Murata (japonés) como guionista. Algo muy poco corriente el que un dibujante gaijin dibuje dentro del país del sol naciente, pero como ya dije en Defense Devil, es un mercado que poco a poco comienza a abrirse y dar poco a poco los primeros pasos hacia el mestizaje del manga con autores de otras nacionalidades.

Del autor podemos destacar otras obras tales como Chunchu (15 tomos y a día de hoy aún incompleta), una adaptación al manga de FF XI, o la más reciente Valhalla - Honda Tadakatsu Den.

Esta obra, Jackals, posee una duración de 7 tomos, ya está acabada, con lo que sabiendo que está licenciada y publicando en Francia a día de hoy, yo creo que podría dársele una oportunidad de una u otra manera. Pero visto cómo de "inteligente" es el consumidor español normal (que sólo se guía por aquel manga que ahora es famoso y no por la calidad de este) no tendría muchas oportunidades de triunfar en España.

Ciudad Cicero es una ciudad llena de inmigrantes, ocurren masacres a cada momento, policía corrupta hasta las entrañas, la mafia posee el control de las calles, e incluso los asesinos temen por su propia vida. De entre los asesinos, destaca una variedad que posee unas habilidades (que no poderes) extrañas y son llamados Jackals (chacales). El protagonista, Nichol alias Alligator (caimán) está dentro de esta extraña categoría, por su fuerza y por el arma que usa.

La historia comienza bien, pero es que con el avance de los tomos se pone mejor, y encima, con un buen desarrollo y siempre manteniendo el interés del lector. Como buen seinen tiene una muy buena historia que además desarrolla siempre con cuidado y no dejando ningún cabo suelto. ¿Para qué engañarnos? Me encanta la historia, lo retorcida que se vuelve y los giros inesperados que va dando. Apartado muy cuidado, aunque no el mejor de su categoría.


El trazo es uno de los que me encanta, me recuerda mucho a Takehiko Inoue (cuidado, no se parece, he dicho que tiene un aire...), quizás por su gusto por usar líneas para las sombras, quizás por la fuerza y confianza que estas mismas líneas desprenden. Hay puntos donde se vuelve un poco caótico el trazo y no sabes muy bien la razón de esto y puedes confundirte. El aspecto sucio que le da el uso de tanta línea ayuda bastante en cuanto a la hora de dar un aspecto creíble a todo. Suelo decir que la perfección es imperfección y viceversa, y en este caso sería un ejemplo de libro.

La anatomía está muy cuidada, aunque quizás algunos personajes son excesivamente delgados, pero generalmente no falla y se le notan las tablas al dibujante. Complexiones de todo tipo, y personajes fácilmente distinguibles. Nada malo que decir (únicamente la preocupante delgadez de algunos personajes) sobre este apartado. Es un nivel bastante alto aunque no llega a sobresaliente.

Los diseños son el campo más destacable del manga, el diseño de los personajes, las ropas, que encajan generalmente muy bien con todo lo que es el ambiente, las armas, está muy cuidado y controlado. Sobre todo destacan el diseño de las armas, no tengo ni idea de la razón de eso, pero me encantan.

Los escenarios reproducen muy bien el ambiente de años 20-40 que quiere transmitir. Hay de todo, iglesias, alcantarillas, callejones, tiendas, bares de mala muerte... lo necesario para una historia de asesinos, al nivel que un dibujo y una historia así merecen. Alto pero sin sobresalir.

En conclusión, posee un apartado gráfico muy cuidado y detallado, que funciona perfectamente con lo que es la historia. Una joya visual de esas que te harán mirarte con atención cada viñeta para ver qué nuevo detalle descubres.


Si eres amante de los seinen, y además te gusta que tengan un buen dibujo e historia a la par, recomiendo una lectura a Jackals, que no te decepcionará y además te sorprenderá. Eso sí, no es una obra maestra, pero tiene un buen nivel, como para hacerse un hueco en tu estantería.Ojalá llegue a España (aunque sé que no), que no es muy larga y puede sorprender a más de uno.

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